Descripción

Una de las grandes problemáticas que poseían los sistemas de justicia criminal inquisitivos se relacionaba con la falta de eficiencia en la investigación criminal, caracterizada principalmente por la utilización de mecanismos de persecución burocráticos, de larga duración, poco transparentes y muy costosos. Por ello, la implementación del sistema procesal penal acusatorio en América Latina generó la expectativa de contar con organismos modernos y eficientes encargados de la persecución penal en todo tipo de delitos. El Ministerio Público ha sido el organismo encargado de dar resultados en esta materia y ha enfrentado retos significativos durante la implementación del sistema acusatorio. Especialmente, para romper con el paradigma impuesto por el sistema inquisitivo, las reformas procesales penales deben marcar una diferencia en la persecución penal; por lo tanto, sus desafíos han estado relacionados a la incorporación de mecanismos de investigación innovadores y efectivos que indaguen tanto la criminalidad común como compleja, la racionalización y priorización de los recursos públicos, a la coordinación interinstitucional, la gestión institucional, entre otros temas.

Objetivos